Ni una semana me ha durando este drama, cuando algo gusta hasta de debajo de las piedras se sacan minutos para avanzar, aunque en este caso ha sido difícil, es un drama muy intenso por lo tanto se requiere mucha atención a cada capítulo, cada diálogo para no perder detalles que luego cobran sentido según avanza la historia.
Sabéis de mis reticencias en cuanto a la fantasía, me gusta en pequeñas dosis y con sentido que no interfiera mucho en la realidad o que aporte sin perder la coherencia, poco a poco ya no solo es un drama donde se viaje al pasado, voy aumentando esas dosis de fantasía costándome a veces entender ciertas escenas donde busco la realidad o el sentido olvidándome de lo que la fantasía puede ayudar o perjudicar.
Por eso siempre dije que no vería un drama donde el protagonista era un zorro de nueve colas, mi cerebro no estaba lo suficientemente abierto para entender eso, pero bueno, al final me lo han vendido bien y pensé, ¿por qué no? total, si no me gusta, lo dejo y ya está... ingenua de mi...
Primero os contaré por encima sin spoiler y habrá una segunda parte, absolutamente necesaria con spoiler para contaros todas mis impresiones, que no han sido pocas.
Si de algo va este drama es de reencuentros
RESUMEN
Emitido a finales del pasado año 2020, con un total de 16 episodios interpretados por JO BO AH, LEE DONG WOOK y otro personaje a tener en cuenta Lee Rang interpretado por KIM BUM
Lee Dong Wook interpreta a Lee Yeon, un gumiho con apariencia humana que se encarga de mantener el orden entre este mundo y el más allá o inframundo, en su vida pasada fue el Dios de la montaña lo que le proveerá de causas pendientes con otros seres que también viven en el presente, también se encontrará con su amor del pasado, Nam Ji Ah, ambos arrastran una historia tan triste como verdadera, con muchos malos entendidos dados por las circunstancias del momento, ahora preocupados de que la historia no se repita, harán todo lo que está en su mano para salvarse de un destino ya escrito, presuntamente.
LO QUE MÁS ME GUSTÓ Y ESCENA FAVORITA
Encandilada con la historia y como la cuentan en los dos primeros episodios, acompañada de una música maravillosa y jugando todo el tiempo con unos colores súper llamativos sobre un manto verde o de tonos cobrizos propios de la primavera o del otoño, según la época, que dejaban imágenes espectaculares.
OPINIÓN CON SPOILER
La historia empieza con las hazañas de Lee Yeon convertido en gumiho y encargado de controlar los demonios que aprovechando su apariencia humana la lían en la tierra, en ese proceso se vuelve a encontrar con su amor, su primer amor y a partir de ahí ya todo pasa a un segundo plano, ya luego tienen bastante con ocuparse de poder llegar a estar juntos pese a que el destino dice de que un humano no puede estar con un gumiho... pero a veces las reglas están para poder romperlas...
Me gustó esa historia de amor, como la han contado, con imágenes del antes y después disfrutando de las mismas localizaciones en diferentes vidas, en todo momento nos habla de un amor puro, de aquel en el que das todo por la otra persona a pesar de a veces perder el control sobre uno mismo como le pasaba a ella, al tener o estar poseída por el Imugi, ese ser que traía a todos de cabeza y que tan difícil les era acabar con él.
Hay una escena tierna de ellos, que es cuando al ser conscientes de que su relación es difícil, pues fingen y juegan a ser algo que nunca podrán, una pareja normal, con un matrimonio con las típicas riñas, como riéndose de esas cosas absurdas que tanto les gustaría poder vivir y no la preocupación de que la bomba de relojería que ella llevaba dentro, salga y les haga daño en todos los sentidos.
Y para historia la de esos dos hermanos, Lee Yeon incapaz de transmitir todo el amor y cariño que sentía por su hermano y Lee Rang falto de ese reconocimiento como familia como hermano, siendo abandonado y pensando que siempre era un cero a la izquierda, me encantó el capítulo 8, creo que fue ese en el que hablan de esta historia de hermanos, desde la otra vida, el por qué de todas la falta de comunicación, como Lee Yeon siempre estuvo ahí, pero Lee Rang era un desconocedor lo que hizo que se pusiera una gran coraza y renegara de todo y de todos. Era un incomprendido que se sentía solo, que no tenía la capacidad suficiente para tirar para delante sin un guía como pudo haber sido su hermano y siendo así carne de cañón de los malos sabiendo de sus debilidades.
Los personajes secundarios también tuvieron su relevancia, como lo fueron el veterinario con la rusa, Yu Ri, esa relación atípica pero también verdadera donde él tuvo que enseñar a una desconfiada como era ella a recibir cariño y amor, ella que sólo confiaba en Lee Rang se le hacía difícil entender que podía haber más personas buenas.
No puedo olvidarme de la diosa y su servicial marido, la diosa fue un personaje que también me gustó mucho pese a que no entendí porque rompió las reglas y cedió ese privilegio a Lee Yeon, por qué le dijo como librarse del Imugi, cosa que no hizo con la difunta esposa de su hjo. Pues eso, rompieron las reglas cuando les dio la gana y con quien les dio la gana.
El momento gafas con las cuales se podía ver el pasado u otras vidas de las personas para mi fue maravilloso pero poco aprovechado, yo les hubiera dado más uso, sin duda.
Hubo algo que me sobró en todo el drama o yo no supe verle el sentido en absoluto y es la historia de los padres de la protagonista, sobre todo desde el momento en que aparecieron, fue todo tan surrealista que no me cuadró en ningún momento, no supe entender esa fantasía donde dos personas vuelven después de 20 años como si nada hubiera pasado y luego lo que es peor, hacia el final del drama se olvidan absolutamente de ellos, ni aparecen, algo totalmente trivial. Yo les hubiera dado sentido pero...
Y aquí llegamos a mi personaje favorito sin ninguna duda, Lee Rang, pobrete mío, un desgraciado toda la vida, todas las vidas para al final ser el sacrificado... y no me vale que era la manera de pagar sus pecados, no, porque en ese caso Lee Yeon también tenía pecados al igual que Nam Ji Ah, por salvarse a ambos han tardado 3 días en acabar con el imugi y durante esos 3 días murió mucha gente por esa plaga... con lo cual si hablamos de pecados, muchos tenían que saldar cuentas.
Fue a partir del capítulo 8 donde Lee Rang me ganó totalmente, en ese momento de las dos puertas donde Lee Yeon tenía que elegir, en mi interior rezaba para que fuera a por su hermano, como así fue y nos dio esa maravillosa escena en el bosque en esa lucha encarnizada para sobrevivir y volver, sin olvidarnos de la otra escena donde los hermanos se intercambian, por fin son uno y van en una misma dirección.
Inolvidable el momento en que descubre que el niño es la reencarnación de Negrito, el perro que le regaló su hermano y a partir de ahí toda la relación con ese pequeño que nos dio a conocer el verdadero corazón de Lee Rang, el cuál ya asomó, para mí suficiente, en el momento que rescató al perro que estaba siendo apedreado por unos insensatos.
Me hubiera encantado que terminara en el capítulo 15, para mi era el final perfecto, consiguieron acabar con ese dragón "imugi" el cual sufría por ser incapaz de poder convertirse en Dios o en humano, era el final feliz que quería Lee Yeon, salvarla a ella, conseguido, él emprende una lucha total para que ella viva una vida normal como el resto de la gente, pues listo, FIN, pero no, porque él se sacrifica por ella pero no tenía la opción de la reencarnación y ahí se sacaron de la manga que alguien se sacrificara o diera algo a cambio, ese algo por supuesto valioso y ahí entra en juego nuestro Lee Rang, ¡qué rabia!, ella decía que no tenía nada que ofrecer valioso, una leche, le quedaban sus padres, que los hubiera sacrificado... era por y para su historia de amor ¿no?, ¿por qué tuvo que sacrificarse Lee Rang?
Personaje maltratado al máximo, en todas las vidas, abandonado por su madre, siempre apartado o sin recibir lo que él necesitaba, persona sensible que necesitaba un poco más de amor o atención y todo el mundo miró para otro lado y ahora en el presente más de lo mismo, ni siquiera le dejaron despedirse de ellos, no llegaron a tiempo, ni ese "privilegio" le dieron y al final se fue, sin chistar y los demás a ser felices y comer perdices.
Sinceramente a partir de este punto, me importó bien poco la historia de amor, es que me daba igual lo que estaba viendo, si terminaban juntos si no, para mi todo fue en decadencia en cuanto a interés, alguien tenía que sacrificarse y le tocó a su hermano, para mi no fue justo, era una historia de amor entre ellos, al final del capítulo 15 Lee Yeon sí se sacrificó por ella al tragarse la escama del imugi, él sí, pero ¿ella? no ha hecho absolutamente nada, en esta vida, no prescindió de nada, ella era la que debería de haber buscado la solución y sacrificarse por él, al igual que hizo en el pasado por su padre y también por él.
Lee Rang se reencarnó, sí vale ¿y?, que se hubiera ido ella y que se reencarnara y que se encontraran al cabo del tiempo también... porque al final Lee Yeon seguía siendo gumiho, así que por cuestión de tiempo no era... absolutamente innecesario la pérdida de Lee Rang, sí, yo lo veo como una pérdida, siempre en todas las vidas una constante renuncia la de este hombre.
Yo, personalmente, no podría ser feliz si para ello alguien se hubiera sacrificado de esa manera por mi, el resultado han sido muchos lastimados por salvarla a ella, más bien a ambos.
Sé que hay Spin-Off de Kim Bum, imagino que se adentrara en la historia con Yu ri y el niño, pero sinceramente no me he quedado con ganas de verlo, quizás cuando pase un poco de tiempo.
Siento como si fuera un paño caliente, primero te la clavan y luego te curan, no, de momento paso.
Este drama ha dado para mucho, alegrías, penas y tristeza, sobre todo al final. Indignada terminé, pero bueno, solo es un drama que despertó en mi la furia de la injusticia.
Agradecida de no haber dejado esta historia y haberla disfrutado al máximo.
Creo que hoy me excedí un poco, gracias por la paciencia de leer hasta aquí si lo has logrado.
Sean felices.
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